martes, diciembre 25, 2012

Para ti:


[Para leerse es necesario meterse en el mood que hace play aquí: http://youtu.be/aasgk2E_kgk]
Hay mil razones por las que quiero estar a tu lado:
Porque contigo he tomado las más sonrientes fotos de mi vida.
Porque contigo he aprendido lo que es el amor.
Porque contigo he aprendido lo que es el dolor.
Porque contigo he aprendido sobre sentirse sólo.
Porque contigo ha aprendido a sentirme acompañado.
Porque contigo he visto -en el reflejo de tus ojos- lo que es el
verdadero enamoramiento, la locura, la sinrazón, las ilusiones, el
convencimiento, el deseo, la nostalgia, las lágrimas y su sabor.
Porque contigo he probado las más dulces sensaciones, los más ricos
sabores que en una persona podría encontrar -el sabor de tu piel, la
sal de tus ojos, lo dulce en tus labios, el sudor mutuo, el flujo de
tu sangre y tu sexo, la pureza de tus fluidos tiernos, mis propios
fluidos en tus besos, la miel de tu cuerpo, la frescura de tu aire
cerca de mi cuerpo, el oxigeno que tú respiras devuelto a mis sentidos
y aspirado por mi de regreso y respirado por ti de nuevo en un círculo
amoroso eterno...
Por el brillo de tus ojos.
Por lo suave de tus ojos.
Por la pausa de tus ojos.
Por la prisa en tu mirada.
Por el aire de tu pecho suspirando mientras te cuento una historia en
silencio, mientras te observo, mientras me miras, mientras te miro,
mientras te beso...
Por que te quieres acabar mi mundo y yo me dejo. Porque me quiero
terminar tu cuerpo y tú me dejas.
Por lo que ahora entiendo: que amar no es poseer y tú eso ya lo sabías
y con creces me lo estás transmitiendo.
Porque hoy quiero aprender -no aprehenderte-.
Porque disfrutarte en pleno es recíproco y entiendo. Porque estoy en
el proceso.
Porque hoy te firmo lo que quieras, con sangre, con lágrimas, con
duelo, con pluma de tinta negra previo anillo en tu dedo.
Porque la música que suene en mi cabeza durante el resto de mi tiempo
quiero que sea la que tú programes cada mañana mientras despierto.
Porque tu voz sea lo último y lo primero que cada noche, cada dia, se
meta hasta mi cerebro.
Porque el viaje más extraordinario de mi vida lo emprendí hace poco
más de dos años.
Porque el cielo y las alturas en el globo solo sirven si te ayudo con
el equipaje y te sientas a mi lado.
Porque quiero verte a la luz de la luna, como brillas, en diferentes
escenarios.
Porque me inspiras a respirar correctamente, profundo, llenando la
pancita y haciendo que en mi interior gire todo el oxigeno completo
cada vez que pienso en ti.
Porque te acaricio y me vibras. Porque me acaricias. Y te sueño.
Porque añoro ver una sonrisa de tus labios.
Porque no veo la belleza más claramente en otro lado que no sea en ti.
En toda tu. En tu voz. En tu inteligencia. En tu coherencia. En tu
rebeldia. En tus niñerias. En tus travesuras. En tus enseñanzas. En
tus movimientos. En tus acciones y abstenciones. En tu cuerpo. En tu
comida. En tus sabores. En tus palabras. En tu coraje. En tu alegría.
En tus detalles. Entre tus dedos. En los dibujos de tu cuerpo. En el
color de tu piel. En el aroma de tu cabello. En las fotografías que
compartimos. En los momentos que vivimos. En la lluvia de tus ojos. En
la furia de tus celos. En la brisa de tu aliento. En cómo me proteges
y cuánto extraño hacerlo. En la belleza de tu tacto y en cuánto curas
nuestros miedos.
Porque me diste a Cookie para amarlo y extrañarlo.
Porque me gusta cuando los hago sonreir.
Porque quiero que me des más felicidad y motivos para compartirla.
Porque me encanta, gusta, fascina tu mirada enamorada.
Porque pienso aún -y con fé- en algún día lograr hacer nacer esa
cuarta sonrisa.
Porque conociste a mi familia.
Porque me diste ya otra familia.
Porque Tú, Helda Lemus, eres mi familia.
Porque sé que sabes lo que siento.
Y aún faltan motivos, sólo que mi mano izquierda ya se durmió tantito
y creo que es hora de que también yo haga lo mismo y me vaya ya a
dormir. Te Amo, Helda. Mi Niña, Mi Vida. Bien.
...Porque todas las noches -y durante todo el día-, suspiro cuando
pienso en ti.

***Correo que te envié hace varios -un par de- años y se llamaba "1,000 razones, léanse a cada segundo y por billon" o algo así. Hoy, Navidad, me dio por recordarte y buscando aquel texto donde comparaba algo nuestro con un árbol de la época, me topé con esto. Te quise un chingo. Te amé tanto. Todo el amor que yo podría haber expresado alguna vez, lo eche a perder, nos hice daño, nos hicimos una mierda por valentía exagerada y la frustración creéme, la traigo aún en el paladar. No me quedas más que en el recuerdo y en las fotos que desde tu alma me regalaste y que a tu imagen suspiré. Sí, Helda: reconozco que, aún a pesar del tiempo que cura todo -y aunque ya no me dueles-, en verdad, han habido muchas madrugadas como esta que en verdad: aún te extraño.

Te amo. Te amé. Te encontraré seguramente en algún otro sitio -como la noche de Justice- y de mi, sólo buena vibra recibirás.

Gracias por hacerme, de nuevo y por tu recuerdo, sonreír. 

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